Este jueves 17 de abril de 2025, a las 9:00 de la mañana, el Presbiterio de Chiclayo se reunió en la Iglesia “Santa María” Catedral de Chiclayo, para renovar sus promesas sacerdotales. Dicho acto tuvo lugar en la celebración de la Misa Crismal, presidida por Mons. Edinson Edgardo Farfán Córdova, O.S.A., Obispo de Chiclayo, ante la presencia de los fieles, que abarrotaron la primera Iglesia de la Diócesis.

La Misa Crismal es una de las celebraciones más importantes del año litúrgico, en la que se consagran los óleos sagrados, de los enfermos, de los catecúmenos y especialmente el Santo Crisma, utilizado en los sacramentos del Bautismo, Confirmación y Orden Sacerdotal. Mons. Edinson resaltó la centralidad de Cristo en esta ceremonia, recordando que “Cristo es el mismo ayer, hoy y siempre”, y que la riqueza de su amor es inagotable. Invitó a todos los presentes a vivir la fe con alegría, siendo testigos de la nueva evangelización.

Durante su homilía, el Obispo de Chiclayo exhortó a los sacerdotes a predicar con fidelidad y pasión, recordando que la evangelización no es solo transmitir ideas, sino una experiencia viva de Dios. Refiriéndose al pasaje del profeta Isaías leído en el Evangelio, subrayó la necesidad de ser sensibles a los signos de los tiempos y predicar con el corazón, tocando la vida concreta de las personas. “La gente tiene hambre de la Palabra de Dios y espera de nosotros una palabra de aliento, una mirada, una bendición”, afirmó.

Mons. Edinson Farfán, también compartió una profunda reflexión nacida del diálogo con otros obispos de la región bolivariana, comparando la misión pastoral con la parábola del hijo pródigo y la oveja perdida. Llamó a los sacerdotes y laicos a tener un corazón disponible y las manos abiertas para acoger a quienes sufren o se han alejado, sin juzgar, sino acompañando con misericordia y cercanía. “Somos pastores llamados a caminar con el pueblo, a estar disponibles las 24 horas del día”, expresó con firmeza.

Finalmente, al renovar las promesas sacerdotales, el Obispo pidió a Dios la gracia de tener los mismos sentimientos de Cristo: obediencia, humildad, entrega y misericordia. Recalcó la importancia de saber escuchar con empatía y paciencia, para ser verdaderos acompañantes espirituales en un mundo herido que clama comprensión y esperanza. Que podamos decir con sinceridad: “Aquí estoy Señor, cuenta conmigo”, concluyó. La celebración fue un testimonio de fe viva y de renovación del compromiso pastoral al servicio del pueblo de Dios.

Chiclayo, 17 de abril de 2025.

Redacción: Grecia del Pilar Rivas Santa Cruz.

P. Fidel Purisaca Vigil

Director

Oficina de Medios de Comunicación Social

Diócesis de Chiclayo – Perú.